Más información acerca de las diferencias occitano-catalanas

Acerca de este aspecto se ha encontrado un fragmento que nos puede servir de aproximación acerca de las diferencias entre el occitano y el catalán:

En l’estructura de les parles limítrofes s’han trobat els elements que més proven la diferència idiomàtica catalano-occitana. La fonètica té unes lleis que s’adapten amb èxit sobre el terreny que ara ens interessa. Resumint-ho molt, veuríem com a la part nord hi compareix la ü palatalitzada, descendent de la u llatina i idèntica a la ü francesa, i al sud no (madür vs. madur); al nord es donen tot d’inflexions diftongades, absents més cap al sud (uèlh vs.ull, fait vs. fet); en occità es conserva el boldró au, i en català es monoftonga (causa vs. cosa);en el primer cas es manté una essa intervocàlica, i en el segon cau (rasó vs. raó); a Narbona la dfinal llatina no s’articula u, mentre que a Perpinyà sí ( vs. peu); passa semblantment amb les finals en tz, que en català vocalitzen (potz vs. pou); en occità ni l ni n geminades llatines no palatalitzen (bèla vs. bella, cana vs. canya), com tampoc no ho fa la l inicial (luna vs. lluna); al nord s’hi manté el grup mb i nd, i al sud es redueix (camba vs. cama, alentar vs. alenar); i finalment, si ens hi fixéssim, veuríem com, Corberes més enllà, els grups llatins gu i qu no fan sonar la semivocal, cosa que sí passa Corberes ençà (catre vs. quatre).1

1.Extraído de: Rafanell, August, La il.lusió Occitana, la llengua dels catalans, entre Espanya i França, Volum I, 2006, Quaderns Crema, Barcelona.

Occitanismos

¿OCCITANISMOS EN EL CATALÁN ACTUAL?

Los “occitanismos” presentes en el catalán actual son, en su mayoría, léxicos. Es decir, no quedan rastros fonéticos o morfológicos, exceptuando la estructura de algún mote como pairal y muchos con el sufijo –aire. El hecho de la concordancia léxica es debido al largo período de unión política y cultural entre Cataluña y Occitania. Además de su obvia situación vecina.

Entre los términos consideradas bajo influencia occitana, u occitanismos, se dan grupos diferenciados que engloban el contexto histórico-social en el que fueron acuñados. De ese modo podemos observar que hay términos de carácter religioso: cancell, canonge, capiscol, capellà, monjo, etc. Pero también términos relacionados con el mundo trovadoresco: balada, ballar, flauta, rima, trovar, viola… Por otro lado, encontramos términos en relación a la vida feudal y caballeresca: ambaixada, batalla, cabasset, missatge, homenatge… Y por último, muchos de ellos relacionados con el comercio con Occitania: randa, tatxa, corretatge, cascavell, cordill

Cabe mencionar que también se dan analogías con el rosellonés, dado su zona de contacto con el dominio lingüístico occitano. Véase araire “arada”, let “lleig”, pastre “pastor”, canilla “eruga”, corbàs “corb”,  lluset “llampec”, etc.

Pero lo cierto es que hay puntos diferenciales importantes entre el catalán y el occitano. Estas diferencias son en mayoría de carácter fonético, afectando al vocalismo. Por ejemplo, el occitano tiene tres fenómenos de más cerramiento vocálico que el catalán: o [u], u [ü], a átona [o]. Por otro lado, el occitano conserva tres aberturas que el catalán ha modificado; diptongo au, diptongación de e y o delante de iod, y el diptongo ai.

Otro ejemplo de disonancia es que el occitano pierde la w, mientras que el catalán la conserva.  Pero el occitano conserva la –tz final en los grupos MB, ND, y el catalán lo modifica en –u y m, n respectivamente. 

Extraído de Nationalia I, Dret i minories nacionals, relacions lingüístiques occitano-catalanes, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1977.

Las relaciones lingüísticas catalano-occitanas ¿existen realmente las fronteras?

En numerosas ocasiones se ha tendido a generalizar acerca de las influencias y de las similitudes lingüísticas que existen entre el catalán y la lengua autóctona del tercio-sur de Francia, es decir, el occitano. Para empezar, haremos una distinción entre estas dos lenguas, que, aunque compartan ciertas rasgos lingüísticas e históricos comunes, a cada una de ellas les corresponde un pasado, un presente y un futuro diferenciado.

Geográficamente son lenguas vecinas: de un lado del Pirineo tenemos el catalán, utilizado a partir de unos pocos quilómetros de Perpiñán hasta otros pocos quilómetros al sur de Alicante, y de unos quilómetros de Lleida hasta la ciudad sarda del Alguer, en Italia. Si cruzamos el Pirineo y llegamos al otro lado, encontraremos la lengua que denominamos occitano, que se habla desde el sur de Narbona hasta las cuencas de París , y desde el norte de Burdeos hasta los Alpes.

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El límite geográfico delimita dos lenguas que presentan un mapa más o menos delimitado, y que por lo tanto cada una de ellas se diferencian las unas de las otras. El límite territorial entre el catalán y el occitano ha estado discutido en numerosas ocasiones: el altiplano de las Corberes podría haber sido el lugar de separación más discutido para referirse a la frontera entre el catalán y el occitano, aunque cuando se trata de dos lenguas vecinas, a veces delimitar fronteras tan marcadas entre ambas suele ser un tanto difícil. Uno podría quedarse con la idea de que sí que existe una separación territorial, sea cual sea, porque se han podido constatar diferencias entre ambas lenguas.

Los estudiosos que han tratado de determinar el volumen de diferenciación que existe entre la frontera catalano-occitana, aseguran que los distintivos entre la una y la otra son realmente evidenciables. Sin embargo, esta constatación no anula la idea de que en el fondo, existe una idea de continuidad entre las lenguas catalanas y occitanas, sobretodo por lo que al léxico se refiere. Esto constata la idea antes mencionada sobre la relatividad de las fronteras: las similitudes lexicológicas a veces sí sobrepasan la frontera de les Corberes, pero se quedan a las puertas de la Aragón castellanoparlante.

Extraído de: Rafanell, August, La il.lusió Occitana, la llengua dels catalans, entre Espanya i França, Volum I, 2006, Quaderns Crema, Barcelona.